miércoles, 19 de noviembre de 2008

Ecologia - Trabajo bioma mediterraneo.

Bioma mediterráneo


El clima mediterráneo se caracteriza por sus inviernos húmedos y templados; y los veranos secos y calurosos. Aunque la principal característica de este clima es la presencia de un periodo de uno o varios meses de sequía, seguido de otro periodo de lluvias torrenciales y una amplitud de más de 15ºC. El nombre lo recibe del Mar Mediterráneo, cuyas zonas ribereñas son las más representativa del clima, pero está presente en otras zonas del planeta.

Distribución

El clima se da en las latitudes medias de las fachadas oeste de los continentes, tanto del hemisferio norte como del sur: en los países que rodean al Mar Mediterráneo, Sudáfrica, Chile, California, o Australia. Países como España, Grecia,Turquía, Marruecos, Argelia, o Italia son ejemplos de este tipo de clima
Se encuentra situado en una zona de transición entre el clima templado y cálido. Estas dos áreas tienen una vegetación claramente diferenciada que sigue los paralelos 35°N y S de la Tierra.






Distribución del clima mediterráneo en el mundo



Vegetación

En cuanto a la vegetación, tiene un estrato arbustivo y lianoide muy desarrollado, de herencia tropical, que enriquece el bosque y lo hace apretado y a veces incluso impenetrable. El follaje de los árboles y arbustos permanece en la planta todo el año, ahorrando así una excesiva producción de material vegetal, muy costoso de hacer por tener muchas defensas. Estas defensas pueden ser de tipo físico (hojas esclerófilas, es decir, duras y resistentes a la deshidratación, aguijones, pilosidad), químico (hojas aromáticas, pestilentes o venenosas), o biológico (secretando sustancias para alimentar a pequeños insectos depredadores que mantienen libre de plagas a la planta.
El ecosistema de bosque mediterráneo es muy sensible a la desertización si se destruye su cubierta vegetal. Los incendios forestales son frecuentes en este tipo de bosques, dejando grandes extensiones de terreno sin ningún tipo de defensa ante la pérdida de suelo. Al llegar las lluvias torrenciales arrastran la capa de suelo fértil con facilidad y lo erosionan con gran rapidez.
Adaptaciones de las plantas mediterráneas
El clima mediterráneo presenta unas restricciones acusadas para la vida durante la época estival. La carencia de precipitaciones conjuntamente con las elevadas temperaturas producen unas condiciones de gran demanda de agua para las plantas.
El potencial de evaporación que presenta la atmósfera es muy elevado. Cualquier planta que no tenga ningún mecanismo para parar el agua que contienen los vasos conductores de la planta provenientes de las raíces enseguida quedaría mustia y desecada. Por ello, todas las plantas, no sólo las mediterráneas, tienen unas compuertas que se abren y cierran denominadas estomas, y que se encuentran en todas las hojas. Son las bocas por donde la planta transpira al fotosintetizar de día, y respira por la noche (cuando no hay luz).
Estas compuertas, en el caso del clima mediterráneo, están muy bien reguladas y protegidas del excesivo calor y la desecación por pelos y concavidades. Esto hace que durante las horas más cálidas y los días más secos, los estomas estén cerrados, para evitar excesivas pérdidas de agua a hojas y raíces.
Pero para asegurar mejor que el agua no se pierda por difusión a través de las paredes de la hoja, las plantas han desarrollado más estrategias. Por un lado, han fortalecido e impermeabilizado las hojas con un tejido muy resistente denominado esclerénquima, que imposibilita la pérdida de agua que no sea por los estomas. Las hojas con este tipo de adaptación se denominan hojas esclerófilas. Por otro lado, para evitar un excesivo calentamiento del tejido vegetal en las horas que la planta no transpira, la hoja reduce su superficie absoluta y también la relación que tiene con el volumen de la hoja (relación superficie/volumen que tiene su óptimo en las formas esféricas o bien cilíndricas). Hay que pensar que cuando se transpira hay una pérdida neta de energía calorífica y esto redunda en una refrigeración activa de la hoja. Esto hace que las hojas de la planta sean pequeñas y planas o bien largas y cilindricas (o bien recurvadas como en el romero). Ejemplos de estas adaptaciones son los arbustos dominantes en el fynbos surafricano o el chaparral californiano.

Otra adaptación al exceso de temperatura es el recubrimiento por una densa capa de pelos blancos y lanosos que aíslan a la planta de las temperaturas extremas y reflejan los rayos solares, evitando así el máximo el absorción de calor.
Una adaptación extrema que tienen las plantas de climas áridos es la suculencia. Éste es un fenómeno que presentan muchas familias diferentes de plantas crasas (Cactáceas, Agaváceas, Crasuláceas, Asclepiadáceas, Bromeliáceas, Liliáceas, etc.). Todas ellas tienen la característica de presentar una gran reserva de agua que engrosa tallos y hojas, volviéndolos al tacto blandos y turgentes.
Este almacén de agua proporciona a la planta una relativa autosuficiencia y la previene para largas épocas de sequía. Además, ésta separa en el tiempo las dos fases de la fotosíntesis (captación de CO2 y captación de luz), lo que permite poder tener cerrados los estomas de día (no hace falta tenerlos abiertos para que capten luz los cloroplastos) y abrirlos por la noche para almacenar el CO2 que al día siguiente servirá por poder cumplir la fotosíntesis. La ventaja de abrir los estomas por la noche es que la temperatura es más fría y por tanto la transpiración disminuye, evitando así pérdidas excesivas de agua. El mecanismo descrito también es propio de las plantas de metabolismo C4.

Clima


El clima mediterráneo es un clima con lluvias estacionales. No llueve en verano, lo que genera un gran estrés hídrico. Por otro lado, los meses de invierno puede llegar a helar. Las precipitaciones anuales son oscilan entre los 250 y 800 mm generalmente.
Podemos diferenciar tres tipos de climas mediterráneos:
- Clima mediterráneo típico.
- Clima mediterráneo seco.
- Clima mediterráneo continentalizado.

Clima mediterráneo típico

El clima mediterraneo típico afecta en España al litoral peninsular mediterráneo, Baleares, Andalucía, Ceuta y Melilla.
Se caracteriza por inviernos suaves y veranos muy calurosos con una oscilación de 13,5 Cº.Las precipitaciones son más abundantes en primavera e invierno coincidiendo con el predominio de los vientos del Oeste (unos 700mm aproximadamente). El verano está dominado por el anticiclón de las Azores.El clima mediterráneo está catalogado como clima tipo Csa.
Aparte de la cuenca mediterránea zonas climáticas catalogadas igualmente del tipo "clima mediterráneo" también se encuentran por ejemplo en California o Suráfrica.

Clima mediterráneo seco
El clima mediterráneo seco es el que se da como transición entre el mediterráneo típico y el desértico y se caracteriza por la aridez la mayor parte del año.
Tiene unas temperaturas invernales mas cálidas que el clima mediterráneo típico y con menos lluvias, que no superan los 400 mm. concentradas en las estaciones frías o en las equinocciales, presentando en cualquier caso un verano seco y caluroso.
En España es propio de la mayor parte de Murcia, Alicante y Almería. También se da en Marruecos, Argelia, Tunicia, Libia, Siria, Jordania, Israel, Australia y California.
Según la Clasificación climática de Köppen este clima es BSh o BSk, dependiendo de la temperatura anual si está por encima o por debajo de los 18º.
Las condiciones más secas posibilitan la aparición de especies de lugares áridos, especialmente de la región saharo-síndica, que se encuentra al otro lado del Mar de Alborán, lo que hace que muchos botánicos consideren la región afectada por este clima como un bioma intermedio entre el mediterráneo y el desértico. Por ello ocupa una provincia florística específica, la murciano-almeriense.

Clima mediterráneo continentalizado

Este clima es propio de la Meseta Central, la depresion del Ebro, el interior de Cataluña y parte de Andalucía. Es parecido al mediterráneo típico pero con características de climas continentales, de temperaturas más extremas, aunque no llega a ser tan distinto como para ser clasificado aparte. Además este clima no recibe la influencia del mar, por eso las temperaturas son las más extremas de España, veranos con mucho calor e inviernos bastante fríos con una oscilación de 18,5 Cº. Las precipitaciones siguen un patrón muy parecido al del clima mediterraneo típico y están entre los 400 o 600mm, con un máximo durante el otoño y la primavera. La menor influencia del mar, no obstante, hace que sea un clima más seco que el típico.Un clima parecido se observa en el centro de la península de Anatolia y en la zona central de Chile.

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