martes, 18 de noviembre de 2008

Ecologia - Trabajo de las praderas. 2006

¿Qué son las praderas?
Las Praderas se definen como aquellas áreas terrestres donde predomina una vegetación de pastos mantenida mediante un régimen de incendios, pastoreo y sequías o temperaturas bajo cero. Esta definición hacen que se incluyan dentro de las denominadas praderas, los pastizales no leñosos, tierras leñosas y zonas de arbustos.
Aunque los ecosistemas de pradera han perdido la mayor parte de su extensión original debido a las actividades humanas, estos ecosistemas siguen siendo uno de los que mayor proporción de la superficie terrestre con el 41 % , es decir, unos 52.5 millones de kilómetros cuadrados. Algunas de la tierras que figuran como praderas en realidad no lo son en su totalidad ya que aunque han sido convertidas a usos como el de la agricultura, siguen siendo consideradas praderas cuando el resto de las tierras cubren el 40 % o menos del área.

¿Dónde están situadas o se localizan las praderas?
Las praderas se encuentran ejemplos entre los más extensos como las estepas de Asia Central, el Cerrado Brasileño, los Llanos y Pampas de otras partes de Sudamérica incluyendo las praderas de América del Norte y Australia.
De otro modo las praderas es el ecosistema predominante en muchas de las cuencas más importantes del mundo tal y como la cuenca del río Amarillo en China, las del Nilo, Zambezi, Orange y Niger en África, la del río colorado en América del Sur y la del río Colorado y río Grande en América del Norte.
La gran superficie ocupada por ellas dentro de estas cuencas dan a entender la importancia que requieren sabiendo manejarlas de tal forma que retengan todas sus funciones de cuenca: filtrar y recoger las aguas de lluvia para recargar los acuíferos subterráneos, estabilizar y compactar los suelos, y por último controlar y moderar la escorrentía.







Suelo
El suelo de la pradera se caracteriza por tener una abundante primera capa, horizonte 0, constituida por materia orgánica en descomposición. En la segunda capa, también de gran espesor, esta materia se halla mezclada con partículas de suelo. En el gran desarrollo de estos dos estratos radica la fertilidad de las praderas.
Los suelos típicos de las praderas son los chernozems, suelos que son alcalinos debido a que, en ellos, el movimiento neto del agua es hacia arriba, arrastrando calcio que se precipita como carbonato de calcio. Los chernozems de las praderas tienen horizontes superiores negruzcos debido a la descomposición constante de las gramíneas formando un humus negro. Las praderas de gramíneas altas tienen suelos más marrones, más ricos en humus y de estructura limosa.




Clima
Las praderas (estepas) son ambientes templados, con veranos de cálidos a calientes e inviernos de frescos a muy fríos; con frecuencia, las temperaturas son extremas en estas áreas centro continentales. Se encuentra, frecuentemente, entre los bosques templados y los desiertos, y la precipitación anual es intermedia a las características de estas zonas; la precipitación varía de altamente estacional a ser distribuida durante todo el año. Los vientos juegan un papel importante en estos ambientes muy abiertos. En el norte de la zona, puede acumularse mucha nieve pero su presencia disminuye mucho hacia el sur (o norte, en el Hemisferio Sur).

Biodiversidad
La biodiversidad es la variedad de especies presentes en un ecosistema determinado y sus caracteres genéticos, en este caso separamos dos grupos:

- Vegetación:
La vegetación dominante en las praderas es la de gramíneas con algunas plantas perennes y herbáceas no gramíneas entremezcladas en diferentes proporciones en diferentes lugares. La altura media de las gramíneas está correlacionada con la pluviometría; en las praderas norteamericanas se observa un gradiente longitudinal de este a oeste de zonas de pradera alta, media y baja. El aspecto cambia considerablemente: en la primavera, las gramíneas están verdes y las demás especies están en floración, mientras que a mediados del verano predominan las plantas fallecientes de color marrón y produciendo semillas. Algunas estepas, especialmente en áreas más áridas, están dominadas por arbustos y se diferencian de los desiertos principalmente porque se encuentran en mayores latitudes, tienen temperaturas medias menores y tienen una diversidad menor.
Las gramíneas están bien adaptadas para cubrir el suelo descubierto y son relativamente resistentes tanto al fuego como al pastoreo debido a que sus hojas crecen desde la base, a diferencia de la mayoría de la plantas donde las hojas nuevas se originan continuamente de las puntas de las ramas. Siempre que su base permanezca intacta, puede haber crecimiento inmediatamente luego de haber sido quemada o comida la parte productiva de las gramíneas. Sus hojas tienen un alto contenido de sílice que desgasta los dientes de los animales que pastorean, y algunas especies no gramíneas son altamente tóxicas para los herbívoros. La mayoría de las gramíneas proliferan por medio de estolones, tallos subterráneos horizontales y que producen nuevas hojas a intervalos regulares. Otras, especialmente en áreas más secas, crecen en mechones lo que les permite resistir la desecación por el viento debido a lo denso de su forma de crecimiento; muchas especies no gramíneas son similares estructuralmente. Las gramíneas son polinizadas por el viento, lo que es muy efectivo en este ambiente abierto.

- Fauna:
La presencia de grandes herbívoros es un rasgo mas característico de estos biomas. Según el continente pueden ser bisontes, antílopes o canguros, pero la función ecológica que juegan todos ellos es equivalente.
Para evitar la depredación en este ambiente abierto, una adaptación importante para los animales pequeños es la de hacer madrigueras. Algunos de estos animales que hacen madrigueras son coloniales, una probable adaptación a la detección temprana de los depredadores. Algunos carnívoros de tamaño medio están altamente adaptados para excavar en busca de los que viven en madrigueras. Debido a que es tan abierto y a que facilita el movimiento, este ambiente sustenta grandes poblaciones de mamíferos herbívoros, que forman manadas para defenderse de los grandes depredadores que los siguen. Las aves que anidan y/o se alimentan en el suelo están muy expuestas a la depredación, y casi todas son crípticas, con rayas marrones en la parte superior y con conductas persuasivas bien desarrolladas; la mayoría de ellas cantan mientras vuelan ya que no disponen de ramas elevadas.

Utilización de las praderas por el hombre

- Pastoreo:
La fauna de las praderas y el ganado han coexistido durante millones de años. Los grandes herbívoros migradores como el bisonte americano, el ñu y la cebra africanos y el antílope tibetano de Asia son partes integrales del funcionamiento de las praderas. El pastoreo de ganado doméstico puede duplicar muchos de estos efectos beneficiosos, aunque los regímenes que se utilizan para manejarlo también pueden ocasionar daño a las praderas en la medida en que concentran los efectos en un solo sitio. Dadas las ventajas del cuidado veterinario, así como del control de depredadores y la utilización de suplementos alimenticios e hidratantes, el ganado se encuentra por lo general en cantidades más grandes que los herbívoros salvajes y puede pedir mayores exigencias a los ecosistemas. Además, los hatos de ganado vacuno, lanar y caprino no reproducen los patrones de pastoreo de las manadas salvajes. El uso de bombas de agua y cercados de alambre de púas ha conducido a un aprovechamiento más sedentario y normalmente más intensivo de las praderas por parte de los animales domésticos.

- Producción de alimentos:
Las praderas son vitales para la producción alimentaria e históricamente han sido el ecosistema que más se ha convertido a usos agrícolas; asimismo dan origen a muchos cultivos alimentarios y son fuente permanente de material genético para mejorar los cultivos modernos. Pero las praderas también suministran alimentos e ingresos a través de la producción de carne, lo cual es particularmente importante para las poblaciones rurales. En África, por ejemplo, las praderas mantienen grandes densidades de ganado (número de cabezas de ganado por hectárea) y son responsables de la mayor parte de la producción de carne de res.

Incendios en las praderas
Los incendios cumplen un papel vital para determinar el carácter y la extensión de las praderas: eliminan la vegetación seca, previenen la invasión de matorrales y reciclan nutrientes. Sin ellos la mayor parte de las praderas del mundo al final se convertiría en tierras boscosas. Hoy en día, la cantidad de incendios naturales típicamente causados por la acción de los relámpagos es insignificante si se la compara con el número de quemas provocadas por los humanos, quienes se han valido de ellas durante milenios para cazar y clarear el terreno con propósitos de desmonte para cultivo o ganadería, así como para eliminar rastrojos y plagas.

La importancia de las praderas
Lo económico y lo ecológico son centros de interés fundamental.
Desde el punto de vista económico porque constituye la base fundamental de la producción ganadera (carne, leche, lana y cuero) y mayores zonas cerealísticas del planeta para lo cual es determinante la pradera natural.
Desde el punto de vista ecológico las praderas proveen otros servicios o beneficios a la sociedad, a los cuales generalmente los economistas no le asignan un "valor monetario" y tal vez por esa razón en general son olvidados o ignorados.
Estos beneficios son llamados "servicios ecosistémicos". La pradera natural contribuye a mantener la composición atmosférica, absorbiendo carbono y reduciendo las emisiones de óxido nitroso.
Las praderas secuestran en el suelo grandes cantidades de carbono en forma de materia orgánica. En un suelo de pradera pueden acumularse en los primeros 20 cm del perfil más de 50 toneladas de carbono orgánico por hectárea. Su transformación en tierras agrícolas provoca un aumento en las emisiones de dióxido de carbono.
El enriquecimiento de CO2 atmosférico tiene importantes efectos sobre el clima ya que junto con otros gases, como el metano y el óxido nitroso, generan el "efecto invernadero".
La presencia de la pradera también mantiene la biodiversidad vegetal y animal. La vegetación natural controla el intercambio de energía entre la superficie y la atmósfera, regulando el clima local y regional y asegurando la conservación de los acuíferos.
Asimismo la pradera disminuye las perdidas de suelo por erosión y contribuye al ciclo de nutrientes en el suelo.


Bibliografía:


www.tecnun.es/asignaturas/ecologia/Hipertexto/05PrinEcos/140Prad.htm
www.jmarcano.com/nociones/bioma/pradera.html
www.unicamp.br/fea/ortega/eco/esp/esp-16.htm
www.jmarcano.topcities.com/beginner/biomas/pradera.html

No hay comentarios: