martes, 18 de noviembre de 2008

Nutrientes de suelos de citricos de huerta de valencia- Trabajo final de carrera. EN CONSTRUCCION.

NUTRIENTES DE SUELOS DE CITRICOS DE HUERTA DE VALENCIA


3.-RESULTADOS Y DISCUSIÓN.
3.1- SUELOS.
Generalidades taxonómicas:
Desde el punto de vista de la Taxonomía de los suelos (FAO-UNESCO, 1988), en las parcelas objeto de estudio se identifica las siguientes unidades de suelos: Fluvisoles calcáreos; Calcisoles háplicos, Calcisoles pétricos, Calcisoles lúvicos y Luvisoles cálcicos.
Las características fisicas, químicas y la definición de estos suelos para el área de estudio han sido puestas de manifiesto por Rubio et al. (1996) en el Mapa de Suelos de la Comunidad Valenciana, Hoja 722 (Valencia). Los aspectos más relevantes así como la relación de suelos estudiados en el presente trabajo se relatan a continuación.
Los Fluvisoles calcáreos son aquellos que se distribuyen sobre la llanura de inundación del río Turia y los sedimentos fluviales que rodean la zona de marjales. Son suelos que se desarrollan en superficies llanas, con muy poca diferenciación en su perfil que sea debido a procesos edáficos, aunque presentan una morfología caracterizada por una serie de discontinuidades litológicas, con niveles de gravas rodadas, que reflejan las características de los fluviales sucesivos en el tiempo. Son suelos muy profundos, poco pedregosos en superficie, de textura equilibrada, carbonatados, muy permeables, con muy buena capacidad de uso agrícola.
A este tipo de suelos pertenecen las muestras de la SU-13 a la SU-18 y de la SU-25 a la SU-34, que se muestran en la Tabla 7.
Las características fisicas y químicas de estos suelos se muestran en las tablas 8, 9 y 10.
Los Calcisoles, este grupo de suelos se caracterizan por estar dominados por la presencia de Carbonato de calcio, que se acumula en forma de horizontes cálcicos, petrocálcicos o de caliza pulverulenta. Se han caracterizado en la zona de estudio las unidades Calcisol lúvico y Calcisol háplico.
LosCalcisoles lúvicos son aquellos que tienen un horizonte de acumulación de arcilla. Estos suelos se caracterizan por poseer todo el perfil
invadido por el Carbonato cálcico incluyendo los horizontes de acumulación de arcilla. Son suelos rojos, poco pedregosos, de textura media a fina, de pH básico,
muy carbonatados y de moderada a alta Capacidad de intercambio catiónico. Se sitúan en áreas llanas y sus principales limitaciones derivan de la abundancia de nódulos de Carbonato de calcio, de su cimentación con la profundidad, y/o de la aparición de costras calizas.
Aeste tipo de suelos pertenecen las muestras de la SU-1 a la SU-6 y de la SU-35 a la SU-44, como se muestra en la Tabla 7.
Por último los Calcisoles háplicos son otros Calcisoles que no poseen horizonte argílico y petrocálcico. Son de mayor espesor y presentan acumulación de Carbonato cálcico a menos de cincuenta centímetros de profundidad.
A este tipo de suelos pertenecen las muestras de la SU-19 a la SU-24 como se muestra en la Tabla 7
Los Luvisoles cálcicos son aquellos suelos con un horizonte de acumulación de arcilla saturado en bases. Estos suelos son mucho menos abundantes que los Calcisoles lúvicos aunque muchas veces la diferenciación entre estas dos unidades es puramente semántica en el sentido de que los luvisoles cálcicos tienden a que su horizonte argílico sea invadido completamente por el Carbonato cálcico (Rubio et al., 1996).
A esta unidad taxonómica pertenecen las muestras de la SU-7 a la SU-12 como se muestra en la Tabla 7.



3.1.1- Propiedades fisicas.
3.1.1.1- Textura.
La textura es una de las características más importantes del suelo y determina, de algún modo, el grado de actividad fisico-química del mismo (Domínguez, 1997). Se define como una expresión sintética de las características del suelo dependientes del tamaño de las partículas (Porta et al., 1994).
Es una propiedad fisica del suelo que juega un papel muy importante; dicha propiedad influye directamente en la fertilidad, permeabilidad, aireación, retención de agua y nutrientes.
La textura viene indicada por el % de arena, limo y arcilla.
Los resultados obtenidos tras la realización del análisis granulométrico o mecánico, en los suelos de las parcelas objeto de estudio, se muestran en la tabla

Las texturas de nuestros suelos se clasifican como medias a finas (franca a franco-arcillosa; según el triángulo de clasificación de suelos por texturas).
El contenido de arcilla varía de un 16 a un 29%, siendo Fluvisoles calcáreos los suelos de las parcelas de Xiva y Calcisoles pétricos los de Picassent; de 29-39% para Calcisoles lúvicos y Luvisoles cálcicos a excepción del Fluvisol calcáreo de Picassent, desarrollado sobre limos pardos fluviales y cercanos a los arrozales del Parque Natural de la Albufera.
Tanto los suelos dedicados a la agricultura ecológica (Aldaia, Manises, Xiva, Picassent), como los dedicados a la agricultura convencional (Picassent, Aldaia), presentan el mismo tipo de textura.
Los suelos con textura fina y de modo general las fracciones granulométricas más finas (arcilla y limo), es este nuestro caso, derivan más bien de los minerales de más fácil descomposición, que son las principales fuentes de microelementos.



f: textura franca.
a: textura arcillosa.
1: textura limosa.
ar: textura arenosa.

3.1.2- Propiedades químicas.

3.1.2.1- Humedad.
La humedad del suelo seco al aire (humedad higroscópica, 105°C) suele oscilar
entre un 2-6% (CAPA-GV, 1995); nuestros suelos están dentro de este rango


3.1.2.2- pH.
El pH del suelo parece ejercer un efecto indirecto sobre los cultivos, ya que a una determinada acidez o alcalinidad los elementos nutritivos son más asimilables, los microorganismos del suelo se desarrollan bien y no existen elementos tóxicos en cantidad apreciable.
El pH ejerce una gran influencia en la asimilación de elementos nutritivos,
ya que facilita o dificulta su disolución y crea, a veces, antagonismos iónicos.

En los suelos objeto de estudio indica que mieronutrientes tales como Fe, Mn, Cu y Zn, estarán poco disponibles ya que a medida que aumenta el pH del suelo disminuye su solubilidad.
Por otro lado, macronutrientes tales como Ca, Mg y K se encontrarán en mayores proporciones.
Considerando en conjunto el comportamiento de todos los elementos nutritivos se puede decir que el intervalo de pH comprendido entre 6 y 7 es el más adecuado para la absorción de nutrientes.
Con respecto a los microorganismos del suelo, las bacterias y los actiomicetos proliferan mejor con valores de pH intermedios y altos; es por ello que en los suelos objeto de estudio habrá una gran actividad microbiana.
Nuestros suelos se clasifican (según USDA 1971) como moderadamente básicos y ligeramente alcalinos, ya que en general el pH está alrededor de 8.5.
Según los datos para la interpretación de análisis de hojas, suelos y aguas para el diagnóstico nutricional de plantaciones de cítricos (CAPA-GV, 1995 ) estos pH se consideran muy altos.
El pH en Kcl varia entre 7.4 y 7.9; es decir, alrededor de 0.5 unidades de pH menos que en H20 como era lógico esperar.
Los datos referidos al pH de los suelos de las parcelas objeto de estudio quedan reflejados en la tabla n° 9. Dichos datos reflejan que los suelos objeto de estudio pueden estar sufriendo el problema de la salinidad o pueden tener caliza activa, es por ello que estudiamos la C.E.
3.1.2.3- C.E:
La C.E en el extracto 1:5 (C.E) varia entre 0.17 y 0.53 ds/m (25°C) en los suelos ecológicos, mientras que en los convencionales varia de 0.17 a 0.23 ds/m (25°C).(Tablas n° 10 y 11). Este parámetro nos da una idea de las condiciones de salinidad en el suelo y está directamente relacionado con la nutrición mineral de las plantas.
Estos valores son considerados bajos a normales (CAPA-GV, 199 ), por lo que no cabe esperar problemas importantes de salinidad para el cultivo.
Se considera que el nivel crítico de salinidad del suelo, (C.E del extracto de saturación), a partir del cual empieza a observarse una disminución en el rendimiento de los cítricos,es de 1.7 mmhos/cm.

3.1.2.4- M.O.
La matéria orgánica del suelo está constituida por aquellas sustancias de origen animal o vegetal que se acumulan en el suelo o se incorporan a él.
La m.o modifica las propiedades fisicas, químicas y biológicas de los suelos; por una parte esta tiene un efecto positivo sobre la buena estructura del suelo: da compacidad a los suelos sueltos y hace más esponjosos a los suelos fuertes, al mismo tiempo la m.o aumenta la capacidad de retención de H20 e interviene favorablemente en el calentamiento de los suelos de primavera. Por otra parte, la m.o aumenta la fertilidad de los suelos aportando elementos fertilizantes, también juega un papel muy importante en la degradación de sustancias indeseables, como son los plaguicidas.
Cuando las condiciones de humedad, T y aireación son adecuadas, la m.o del suelo favorece la proliferación de microorganismos.
El contenido de m.o de un suelo suele variar entre un 1% y un 5% (Fuentes Yagüe 1. Luis, 1996); en nuestro caso el contenido de m.o varia entre un 0.78 y un 4.19%, excepto el SU-44 que presenta un 0.33-0.37% de nto; estos datos nos indican que el nivel de m.o es aceptable excepto el SU-44 donde se tendrá que aumentar dicho nivel (aumentando el nivel de humus en forma de residuos, pajas,...).

3.1.2.5- Carbonatos.
El carbonato cálcico es la principal ffiente de calcio de los suelos, encontrándose en los mismos en estados de dimensiones variables, desde pedruscos y guijarros hasta la forma de polvo muy fino.
Es posible la existenia de suelos ácidos con falta de carbonatos, en cuyo caso se procederá al encalado con dolomita. También puede suceder que aparezcan suelos básicos con bajo contenido en carbonatos, en este caso la corrección se realizará aportando sulfato de cal (yeso) para aportar cal sin elevar el pH.
Lo que suele suceder en los suelos españoles es la aparición de exceso de carbonatos. Hay que tener presente el grado de finura que presenta la roca caliza, ya que su comportamiento químico es tanto más activo cuanto más finas scan las partículas. Este tipo de cal llamada “caliza activa” reviste especial importancia en el caso de cultivos leñosos.
Se puede decir que el suelo es calizo a partir de un 10% de CO3Ca, existiendo un exceso de caliza cuando este valor supera el 20%.
Como se puede observar en la tabla n° 9, nuestros suelos presentan valores comprendidos entre 10 y 20% a excepción de las parcelas SU 13, 14, 15, 16, 17 y 18 (Mas del Rey; Xiva), SU 22 (Casa del Sabater; Picassent), SU 31, 32, 33 y 34 (Coma 2; Picassent), y por último la parcela de Albal concretamente en los puntos SU 42 y 44 ; todas estas parcelas superan el límite de carbonatos, lo que significará que habrá que disminuir dicho límite.
En la última parcela mencionada aparecen tres puntos donde es practicamentc inexistente la presencia de carbonatos; estos puntos son SU 41, 42 y

3.1.2.6- Caliza activa.
Cuando un suelo es calizo, como es nuestro caso, lo que influye en primer lugar es la textura. Favorece la rápida destrucción de la materia orgánica en el suelo contribuyendo a su empobrecimiento en humus. También bloquea en formas insolubles, ciertos nutrientes indispensables para las plantas como Fe, Mn, Zn y Cu, produciendo lo que se denomina enfermedad es carenciales que repercuten extraordinariamente en la producción.
Según los datos para la interpretación de análisis de hojas, suelos y aguas para el diagnóstico nutricional de plantaciones de cítricos (CAPA-GV, 1995), los suelos objeto de estudio poseen un nivel de caliza activa que oscila entre 2.65 y 6.28% (estos resultados se encuentran reflejados en las tabla n° 10), por lo que podemos destacar que dichos suelos presentan un nivel bajo-normal de caliza activa, al mismo tiempo se ha estudiado el Ítndice de Poder Clorosante y se ha observado que dicho parámetro es normal con lo cual no existe practicamente posibilidad alguna de que los campos objeto de estudio sufran clorosis.
3.1.2.7- C.I.C (Capacidad de Intercambio Catiónico).
La C.I.C es la capacidad que presenta un suelo y más concretamente el complejo arcillo-húmico de retener cationes y se expresa normalmente en meqIlOO g. de suelo.
La suma de los cationes de cambio (CC, Mg, ...) constituye la capacidad total de cambio (C.T.C) de un suelo.
Según CAPA-GV (1995),se considera como nivel normal el establecido entre 11 y 20 meq/lOOg.s.s. por lo que podemos destacar que la C.I.C es normal ya que los suelos objeto de estudio entran dentro de este rango, como se puede observar en la tabla n° 9.
El nivel de CC(%), una vez transformado a meqIlOOg.s.s., es de 8.81 el valor más bajo y de 16.05 meq/lOOg.s.s. el más alto, siendo el nivel considerado
como normal el establecido entre 5.06 y 15 meq/lOOg.s.s., por lo que si observamos la tabla n° 9 el nivel de dicho elemento es normal en la mayoria de los puntos estudiados excepto el punto SU 42 que pertenece a una parcela de cultivo convencional, de todos modos el nivel es ligeramente alto y la diferencia es insignificante.
El Mg refleja un valor máximo de 4.75 meq/lOOg.s.s. y un valor mínimo de 1.29 meq/lOOg.s.s.; si consideramos normales los valores que van de 1.21 a 4 meq/lOOg.s.s los datos obtenidos estarían considerados como normales. Al estudiar el Kt observamos algunas diferencias en los puntos de distintas parcelas como SU 17 y 18 que muestran valores por debajo del límite establecido como normal (considerando normal 0.55 a 1.6 meq/lOOg.s.s); (CÁPA-GV,1995); por otra parte los puntos SU 3, 4, 5 y 6, presentan un nivel superior al establecido y el resto de los puntos se encuentran en el rango medio o normal.

3.1.3- Microelementos en suelos.
Los microelementos son elementos indispensables para la vida de las plantas pero se encuentran presentes en proporciones muy pequeñas en los tejidos biológicos.
A pesar de los cambios de la composición resultante de la descomposición de la roca madre y de los minerales y de la formación de los suelos, el contenido total en microelementos de los suelos es muy dependiente de la composición del material de origen (Graham,1953, Swaine et al., 1960, Sillanpaa, 1972). Esta dependencia no permite sin embargo deducir siempre el contenido total en el suelo en un elemento a partir del contenido de la roca madre (Oertel, 1961).
Según Sillanpá (1972), la textura y la tasa de materia orgánica de los suelos son dos factores importantes. Los suelos con textura fina y de un modo general las fracciones granulométricas más finas (arcilla y limo) derivan más bien de los minerales de más fácil descomposición que son las principales fuentes de microelementos. Los suelos con texturas gruesas y fracciones granulométricas mayores (arenas) proceden más bien de los minerales más resistentes y pobres en microelementos.
En definitiva, el análisis total del suelo no representa suficientemente la disponibilidad de microelementos para las plantas puesto que una parte importante de aquellos se encuentran en los minerales no alterados.
Sin embargo, el conocimiento de la cantidad total de un suelo en un microelemento determinado, puede permitir explicar valores anormalmente bajos o elevados en el análisis de la formación de este microelemento supuesto asimilable.
Por otra parte, las extracciones de microelementos por las cosechas y los aportes a través de los fertilizantes o los aportes atmosféricos son de cierta importancia, pero son claramente menos influyentes sobre la cantidad total de un suelo en un microelemento que el contenido de la roca madre de este mismo microelemento.
Los microelementos estudiados en el presente trabajo son los siguientes:
Fe, Cu, Zn, Mn, (Pb: elemento contaminante) y Ni.

3.1.3.1- Fe.
El Fe es con mucho, el microelemento más abundante en los suelos. Es el cuarto elemento en peso de la corteza terrestre (5%), después del oxígeno, el Si y elAl.
En el suelo el Fe es abundante, ya sea como constituyente de diferentes minerales, ya bajo forma de óxidos e hidróxidos.
En los suelos ricos en materia orgánica una cantidad importante de Fe puede ser reducida y encontrarse en la solución del suelo bajo forma de Fe o absorbida.Con la elevación del pH de la solución del suelo la adsorción se acentúa y se produce la formación de compuestos Fe(II) insolubles, principalmente de minerales arcillosos que contienen Fe, Mg, Al.
El Fe total en los suelos es abundante, pudiendo variar de 200 ppm a más del 10%.
En los suelos calcáreos bajo clima mediterráneo la absorción del Fe se verá disminuida por el pH elevado, al ser el ión Fe3 en los suelos normalmente aireados la forma inorgánica más disponible para las plantas.
La solubilidad del Fe decrece a pH mayor de 6 (Andre Loué, 1996) , por lo que los suelos podrán retener menor cantidad de Fe, (tendrán menos Fe disponible).
La solubilidad del Fe en los suelos depende sobre todo de la solubilidad de los óxidos férricos que a su vez está influenciada por el pH del suelo. Los óxidos ferrosos representan entonces una parte muy débil de hierro soluble.
Los resultados obtenidos en los suelos estudiados se muestran en la tabla n° 11. Como se puede observar los valores de Fe asimilable varían desde 10 a 720 ppm; siendo los valores más bajos (de 10 a 88 ppm) los pertenecientes a cultivo ecológico y los más altos (de 19 a 719 ppm) los de cultivo convencional.
En cultivo ecológico, la media es de 36.88 ppm; mientras que en convencional es de 310.90 ppm; como puede observarse hay una gran diferencia entre ambos, aun a pesar de esta diferencia los dos valores se encuentran dentro del rango de valores óptimos para el desarrollo de las plantas, según Boluda (1988), Rubio y Col (1955).
Este elemento, en general, presenta una considerable variabilidad dado que el coeficiente de variación obtenido es de 20-25%.
Los datos obtenidos son normales, según los valores dados por Trocmé (1977), con lo cual no cabe esperar problemas de deficiencia de hierro.
3.1.3.2- Mu.
El contenido de Mn total en el suelo presenta variaciones considerables (de 20 a 6000 ppm), aunque los contenidos entre 200 y 3000 ppm son los más frecuentes (600 ppm).
La forma más importante del Mii en la nutrición de las plantas es el Mn2 El Mii se presenta en el suelo bajo las formas siguientes:
- Formas oxidadas: son los principales estados de Mn en el suelo. Dichas formas son las menos asimilables para las plantas.
- Forma Mn2 divalente, es absorbida por los minerales arcillosos y por la materia orgánica. (Mn cambiable).
En condiciones reductoras el Mn ve aumentar su solubilidad y puede ser adsorbido como ión cambiable. (Ellis y Knezek, 1972).
El nivel de Mn2 en el suelo depende de las reacciones de oxidación y reducción, por lo que la asimilabilidad del Mn vendrá influenciada por todos los factores que intervienen en los fenómenos de oxido-reducción y son: pH del suelo, contenido en materia orgánica, estado hídrico del suelo, y la actividad microbiana.
El Mii es más asimilable a pH ácidos debido a la mayor solubilidad de los compuestos de Mn que se forman a pH ácido.
En condiciones de pH básico, las formas tretavalentes son las dominantes y la asimilabilidad del Mn puede llegar a ser insuficiente. También hay que resaltar
que podria resultar tóxica la cantidad de Mn2 en los suelos muy ácidos, pero no es este nuestro caso.
En los suelos objeto de estudio se puede observar el bajo contenido de Mn2 (por el alto pH del suelo).
Un aumento del pH puede favorecer la formación de complejos Mn-m.o. del suelo y disminuir así la asimilabilidad del Mn. (Page, 1972).
Los resultados obtenidos en los suelos estudiados se muestran en la tabla n° 11, como puede observarse los valores de Mn varian desde 20 a (87 ppm., siendo los valores más bajos los pertenecientes a los campos ecológicos (21 a 118 ppm) y los más altos los de cultivo convencional (45,5 a 561.15 ppm). Este elemento, en general, presenta alguna variabilidad puesto que el coeficiente obtenido es de 20-30%. Estos niveles son normales según los dados por Trocmé
(1977).
3.1.3.3- Zn.
La cantidad de Zn total en el suelo está relacionada con la roca madre; es decir suelos que derivan de las rocas ígneas básicas pueden estar bien provistos de Zn y suelos que derivan de rocas madres sedimentarias silíceas suelen ser pobres en dicho microelemento.
El contenido de Zn en suelos se siffia entre 10 y 300 ppm.
La intensidad de la adsorción de Zn tiende a aumentar con el crecimiento del pH y la movilidad de Zn se ve disminuida por encima de pH 7.(Andre Loué,
1996).
Al Zn le ocurre lo mismo que a los anteriores microelementos, a pH 8.5 muy poco asimilables.
Los suelos calizos están más sujetos a la deficiencia de Zn y es debido a la baja solubilidad de los complejos de Zn en suelos con presencia de carbonatos.
Las condiciones más favorables a la deficiencia de Zn son:
- suelos con bajo nivel de Zn (en particular suelos arenosos ácidos lavados).
- suelos calizos (Zn-suelo menos asimilable).
- suelos pobres en materia orgánica.
- temperaturas bajas.
- suelos enriquecidos en P jÓr fertilización practicada.
- sistema radicular mal desarrollado (suelos compactos).
- encalado excesivo de suelos ácidos con dosis elevadas.
- fertilización alta de N ocasionalmente.
Los resultados obtenidos en el presente estudio se muestran en la tabla n° 11. Como se puede observar elcontenido de Zn en el suelo varía de 3 a 22 ppm en cultivos ecológicos y de 30 a 210 ppm. El valor medio es de 10,45 ppm (en ecológicos) y 101,62 (en convencionales). En general, presenta una considerable variabilidad pues el coeficiente obtenido en la mayoría de los casos es mayor del 20%. Estos niveles son considerados normales según los dados por Trocmé
(1977).

3.1.3.4- Cu.
La cantidad de Cu total en el suelo está relacionada con el contenido de la roca madre.
El contenido total de Cu varía de 3 a 100 ppm, según tipo de suelo, siendo mayor en los suelos que han recibido numerosos tratamientos anticriptogámicos a base de Cu (Trocmé, 1977). Los suelos medios normalmente provistos de Cu tiene como mínimo 20 ppm. (Cu total. Coppenet, 1968).
El Cu está presente en:
- Minerales primarios y secundarios.
- Compuestos orgánicos.
- En forma cambiable sobre los coloides del suelo.
- En la solución del suelo.
La movilidad del Cu se ve muy limitada a causa de su elevada adsorción.
El Cu queda también Ñertemente fijado por la materia orgánica del suelo.
La gran tendencia del Cu a formar complejos con la materia orgánica del suelo es según Hodgson et. al. (1966) un factor importante que explica el hecho de
que las deficiencias de Cu sean menos frecuentes que las de Zn en suelos con pH alto, aún cuando estos dos micronutrientes tienen solubilidades bajas a pH elevado.
Al igual que en el Zn, la elevación del pH reduce la asimilabilidad del Cu. (Drovineau y Mazoyer, 1964).
El Cu en el suelo se encuentra principalmente en forma de Cu2 adsorbido y en la solución del suelo o en compuestos variados; la adsorción del Cu es fuerte y su concentración es muy baja en la solución del suelo.
Los resultados obtenidos en el presente estudio se muestran en la tabla n° 11. Como se puede observar el contenido de Cu en los suelos varía de 2 a 23 ppm (en cultivos ecológicos) y de 8 a 236 ppm ( en convecionales). Estos niveles son considerados como ligeramente bajos en los ecológicos y normales en los convencionales, según Trocmé (1977).
No se han encontrado datos en lo que se refiere al Pb y al Ni, lo que cabe mencionar es que en los suelos el nivel de Pb encontrado es mayor en los suelos convencionales que en los ecológicos por efecto de la deposición de la polución por contaminación atmosférica. En lo que se refiere al Ni, los resultados obtenidos varian entre 0,5 y 2 ppm; estos son resultados semejantes a los obtenidos en los suelos de Alboraya 0,5-1,5 ppm y Massanasa 0,62-1,5 ppm (publicado por Errecalde, et al.; 1993); como puede observarse son zonas del mismo ámbito geográfico, es por ello que presenten resultados muy similares. En otros trabajos publicados, la concentración de Ni extraible varia de 0,2 a 2,5 ppm, (Boluda et al., 1993) y de 0,3 a 2 ppm, (Gimeno-Garvia et al., 1995).

4.- CONCLUSIÓN.
Se han estudiado las propiedades fisicas, químicas y el contenido de microelementos en suelos y hojas de cítricos dedicados a la agricultura ecológica y convencional en la comarca de L’Horta de Valencia.
Las conclusiones obtenidas son:
Los suelos presentan texturas de franco a franco-arcillosas, son suelos fuertemente calcáreos con pH básico a ligeramente alcalino. El contenido de materia orgánica y la capacidad de intercambio catiónico es variable, presentando, en general, valores normales. El complejo de cambio está saturado, el catión mayoritario es el calcio.
En el suelo, todos los microelementos presentan mayores concentraciones a niveles superiores; esto es debido a que a niveles superiores se concentra una mayor cantidad de materia orgánica y a su vez aparecen, en general, fracciones granulométricas más finas que derivan en su mayoria de los minerales de más fácil descomposición.
Los suelos objeto de estudio son de pH básico a ligeramente alcalino, por lo que podemos decir que los microelementos, en estas condiciones, van a estar menos disponibles para las plantas. A pesar de esto, los suelos estudiados presentan niveles normales en cuanto al contenido de microelementos, pese a la diferencia encontrada entre ambos tipos de agricultura; es decir, las parcelas en las que se ha practicado agricultura ecológica se han encontrado menos concentración de microelementos que en las que se ha practicado agricultura convencional; dicha diferencia no es importante ya que los niveles obtenidos son normales. No se han encontrado datos significativos en lo que se refiere al Pb y al Ni, pero se puede decir que el nivel de Pb encontrado es mayor en suelos convecionales debido a la deposieión de la polución por contaminación atmosférica.
Con respecto a los microelementos en hojas de cítricos, en general, las parcelas objeto de estudio presentan niveles normales, excepto el Mn, donde el nivel de dicho elemento es bajo debido principalmente al pH elevado del suelo que junto con el buen nivel de materia orgánica los hace más sensibles a la deficiencia de Mn.
Para llegar a afirmaciones concluyentes habría que tener en cuenta muchos factores dado que el desarrollo de la agricultura ecológica en la zona es difícil de controlar: tiempo de dedicación a la agricultura ecológica, tipo de suelo, edad del cultivo y prácticas agrícolas.

Macronutrientes DE la huerta de vale
ncia.
3.1.2. - PROPIEDADES QUÍMICAS
Un elemento nutritivo esta en disposición de ser asimilado por la planta en unas condiciones físico-químicas determinadas del suelo. Esta es una característica fundamentalmente cualitativa y difícilmente puede ser medida o cuantificada. Por ello, se va describir muy brevemente como influyen las propiedades químicas en la relación suelo-planta (Saña et al., 1996).
Los análisis realizados son los siguientes: humedad a 105°C, pH a 1:2.5 en agua, pH a 1:2.5 en CIK, prueba previa a la salinidad (C.E. 1:5), capacidad de intercambio catiónico (CIC) y porcentaje de saturación (V), materia orgánica, Carbonato cálcico equivalente.
El valor de pH influye en el desarrollo de los cultivos, que tienen diferente grado de acomodación al mismo. Esta influencia es más bien indirecta a través de la gran cantidad de los factores en los que influye el pH del suelo (Saña et al., 1996 y Porta etal., 1994):
• Solubilidad de los nutrientes.
• Movilidad de elementos tóxicos: Al, Mn y metales pesados.
• Desarrollo y actividad de los microorganismos.
• Humificación.
• Mineralización de la materia orgánica.
Variación de la capacidad de adsorción de ‘os coloides.
• Disponibilidad de los nutrientes: Ca, Mg, Mo, P.
• Fijación de nitrógeno.
Movilidad y absorción de nutrientes,
En general el pH bajo (ácido) es desfavorable para el desarrollo radicular. Además un medio ácido suele ser pobre en bases de cambio (cálcio, magnesio, potasio), así como en oligoelementos. La actividad microbiana se
reduce y por consiguiente la nitrificación. La asimilación del fósforo disminuye por formarse combinaciones insolubles de este elemento con hierro y el aluminio. Por el contrario los microelementos a excepción del molibdeno, son más asimilables en medio ácido.
En los suelos con pH alto (básico), como es este el caso, se presentan un elevado contenido de bases de cambio, pero existen problemas de asimilación debido fundamentalmente a la presencia de carbonato de cal. En estos casos existen bloqueos de microelementos por parte del cálcio amén de una serie de antagonismos varios.
La neutralidad es la condición óptima para el desarrollo de la mayoría de los cultivos y para la asimilación de la mayoría de los nutrientes.
Los resultados de los análisis de suelo realizados en las parcelas se muestran en la Tabla 11, indicándose los valores medios y el intervalo de confianza al 95%.
El pH de los suelos varía de 8,0 a 8,9. Es decir, son suelos ligeramente básicos a ligeramente alcalinos. El pH es fundamental porque da idea de la biodisponibilidad de los nutrientes. En los suelos objeto de estudio indica que micronutrientes como Fe, Mn, Zn y Cu estarán poco disponibles. Por otro lado, macronutrientes como Ca, Mg y K se encontrarán en mayor proporción.
En general, los perfiles de suelos estudiados presentan un pH en agua ligeramente alcalino, es decir > 8,5. Según los datos para la interpretación de análisis de hojas, suelos y aguas para el diagnóstico nutricional de plantaciones de cítricos (CAPA-GV, 1995) estos pH se consideran muy altos.
Se observa que el pH de la mayoría de las muestras tomadas a menor profundidad (de 0 a 15 cm) presentan un valor algo inferior a las muestras que están tomadas a una mayor profundidad (de 15 a 30 cm), excepto en las muestras SU-8,SU-12 del punto de muestreo P-2 y la SU-26 del P-5 en las cuales el valor del pH es mayor en las muestras tomadas a menor profundidad. Todo esto puede ser debido a un mayor contenido de carbonatos en profundidad.




El pH en KCI varia entre 7,4 y 7,9, es decir alrededor de 0,5 unidades de pH menos que en agua como era lógico de esperar.
El principio de determinación de la Conductividad eléctrica se basa en la mayor o menor facilidad que presenta una solución de suelo de conducir una corriente, según las sales disueltas que contenga. Mediante la Conductividad eléctrica se determina la Salinidad de un suelo. Los suelos con elevadas conductividades eléctricas impiden el buen desarrollo de las plantas, ya que contienen asimismo una elevada cantidad de sales.
Los resultados de los análisis de suelo realizados en las parcelas se muestran en la Tabla 11, indicándose los valores medios y el intervalo de confianza al 95%.
La Conductividad eléctrica en el extracto 1:5 (CE) varia entre 0,17 y 0,53 dS/m a 25 2C. Este parámetro de una idea de las condiciones de salinidad en el suelo y esta directamente relacionado con la nutrición mineral de las plantas. Estos valores son considerados bajos a normales (CAPA-GV, 1995) por lo que no cabe esperar problemas importantes de salinidad para el cultivo.
La Capacidad de Intercambio Catiónico favorece la fertilidad de un suelo, pues su misión es almacenar los iones, para disminuir la posibilidad de lavado de los componentes catiónicos (Saña et al., 1996).
Se define como la propiedad de un suelo de poder intercambiar iones en la interfase sólido-líquido y en concreto el tipo y clase de intercambio, tiene grandes repercusiones en el comportamiento del suelo (Porta et al., 1994):
• Controla la disponibilidad de nutrientes para las plantas: K, Cat Mg++, entre otros.
• Interviene en los procesos de floculación-dispersión de las arcillas y por consiguiente en el desarrollo de estructura y estabilidad de los agregados.
· Determina el papel del suelo como depurador natural al permitir la retención de elementos contaminantes incorporados al suelo.
Los resultados de los análisis de suelo realizados en las parcelas se muestran en la Tabla 11, indicándose los valores medios.
La Capacidad de Intercambio Catiónico (CIC) varia entre 9,02 y 22,69 cmol (+)/Kg, Este parámetro nos indica la capacidad que presenta un suelo y más concretamente el complejo arcillo-húmico de retener cationes, cuanto mayor sea esta capacidad mayor será la fertilidad natural del suelo. Con estos valores esta considerada como niveles bajos a altos (CAPA-GV, 1995).
El Porcentaje de Saturación de bases (V), es la proporción de cationes básicos con relación al total de cationes intercambiables, expresada en
(Puentes, 1994). Como se observa en la Tabla 11 son suelos saturados cuyo catión mayoritario es el Ca2 como cabia esperar debido a la naturaleza calcárea de estos suelos.
La Materia Orgánica se encuentra en el suelo en cantidades variables, cuyo origen son los organismos vivos, principalmente los vegetales. Estos materiales se encuentran en todas las fases posibles de descomposición, desde los residuos frescos hasta la materia orgánica, totalmente descompuesta y estabilizada, conocida como humus, que está formada por sustancias complejas (Acd. húmico y fúlvico) de carácter coloidal y que, al igual que la arcilla, goza de propiedades físico-químicas importantes en el suelo (Domínguez, 1997).
La materia orgánica tiene un papel muy importante en la fertilidad de un suelo, a modo de resumen se enumeran las siguientes ventajas:
• Mejora de la textura de los suelos.
• Aumenta la capacidad de retención de agua.
• Aumenta la capacidad de intercambio catiónico al mejorar el complejo arcillo-húmico.

• Es fuente de reserva de nutrientes.
• Facilita la asimilación del fósforo, mediante la formación de complejos fosfo-húmicos, incluso en presencia de caliza y hierro
libre.
• Atenúa la retrogradación de potasio.
• Es fuente de gas carbónico, contribuyendo así a la solubilización de los nutrientes.
• Aumenta la actividad biológica del suelo.
• Los ácidos son estimulantes del crecimiento de las plantas.
Los resultados de los análisis de suelo realizados en las parcelas se muestran en la Tabla 11, indicándose los valores medios y el intervalo de confianza al 95%.
La Materia Orgánica se expresa en % y varia entre 0,66 y 4,10. Este porcentaje se refiere a la cantidad de restos orgánicos que se encuentran alterados y que por lo tanto pueden dar lugar a aumentar el contenido en nutrientes del suelo, Estos valores considerando el tipo de suelo franco se encuentran en unos niveles desde bajos hasta muy altos (CAPA-GV, 1995).
Como se puede observar en la Tabla 11 el contenido de materia orgánica es más elevado, en general en los primeros 15 centímetros del suelo (corresponde a las muestras SU-impares), disminuyendo en profundidad con una diferencia bastante elevada.
La influencia del Carbonato cálcico en el suelo, cuando se trata de un suelo calizo en primer lugar influye en la textura, favoreciendo la rápida destrucción de la materia orgánica en el suelo contribuyendo a su empobrecimiento en humus. Además bloquea, en formas insolubles, ciertos elementos nutrientes indispensables para la planta como el hierro, dando lugar a la llamada clorosis férrica. Otros micronutrientes afectados de la misma forma son el manganeso, zinc y cobre, produciendo lo que se denomina
enfermedades carenciales que repercuten extraordinariamente en la producción.
También el fósforo se ve afectado por la caliza que lo retrograda a formas insolubles. De forma parecida también se ven afectados el potasio y el magnesio.
Los resultados de los análisis de suelo realizados en las parcelas se muestran en la Tabla 11 indicándose los valores medios y el intervalo de confianza al 95%.
El contenido Carbonato cálcico varia entre 1,53 y 44,53 en %. Este parámetro nos indica la facilidad con que se destruye la materia orgánica, es decir esta se mineraliza con más rapidez, aumentando el pH del suelo, el nivel de microorganismos, mejorando la estructura y la Capacidad de Intercambio Catiónico. Estos valores se consideran muy bajos a muy altos (CAPA-GV, 1995).

3.1.3, - MACRONUTRIENTES

Los análisis realizados son los siguientes: Nitrógeno total, Fósforo asimilable, Potasio, Magnesio, Calcio y Sodio.

Nitrógeno
Bajo condiciones naturales, el nitrógeno del suelo no proviene de la degradación de la roca madre. Todo el que normalmente se encuentra en el suelo deriva, del que existe en la atmósfera terrestre a través de los distintos procesos fijación, fundamentalmente de tipo biológico (Navarro, 5. y Navarro,
0., 1984).
La mayor parte del N del suelo está en forma orgánica como componente de los residuos orgánicos, el humus y otros compuestos más o menos complejos, como las proteínas, nucleótidos, ácidos nucleicos, aminoácidos, aminas y amidas, etc. Una parte importante del nitrógeno del suelo se halla en grupos amino (R-NH2) y todo el N orgánico se encuentra en la forma reducida.
De todas las formas en que podemos encontrar el nitrógeno en el suelo, la única que es retenida por el suelo de forma apreciable es el ión amonio (NH4j. El contenido medio de nitrógeno en el suelo es muy variable y depende del contenido de materia orgánica. En general, los suelos pueden contener entre el 0.02 y el 0.4% de N y de éste, la mayor parte, generalmente más del 98% en forma orgánica (Domínguez, 1997).
El nitrógeno es uno de los elementos esenciales para el desarrollo de los vegetales, que más variabilidad presenta en el suelo. Su contenido varía según las condiciones de drenaje, topografía y textura del suelo (Navarro, 5. y Navarro, 0., 1984).

Los resultados de los análisis del contenido de nutrientes en suelo realizados en las parcelas, se muestran en la Tabla 12, indicándose los valores medios y el intervalo de confianza al 95%.
El contenido de nitrógeno total de los suelos varía de 0,03 a 0,21%. Según los datos para la interpretación de análisis de hojas, suelos y aguas para el diagnóstico nutricional de plantaciones de cítricos (CAPA-GV, 1995) estos valores de nitrógeno corresponden a niveles desde muy bajos hasta altos. Es decir, suelos desde muy pobres hasta suelos ricos en nitrógeno.
Los valores que corresponden a las muestras más superficiales, es decir, aquellas cuya profundidad es de 0 a 15 cm (muestras SU-impares), son más altos que en aquellas cuya profundidad es algo mayor (15-30cm). Esto podría ser debido a que en estas muestras hay una mayor cantidad de materia orgánica.

Fósforo
A diferencia del nitrógeno, que como hemos dicho anteriormente puede incorporarse a los suelos por medio de la fijación bioquímica de los microorganismos, el fósforo no tiene tal ayuda microbiana. Este elemento procede sólo de la descomposición de la roca madre durante el proceso de meteorización o de la fertilización (Navarro, S. y Navarro, 0., 1984).
El fósforo inorgánico es casi siempre predominante, excepto en los suelos donde la materia orgánica se halla en una gran proporción, en estos casos, una parte importante del fósforo en el suelo (del 30 al 85%) se halla en forma orgánica, bien asociado a la materia orgánica, bien como componente de los organismos vivos del suelo, especialmente los microorganismos. Como ya sabemos los componentes orgánicos más importantes de las plantas son los ácidos nucleicos, las nucleoproteinas, fosfolípidos, etc., muchos de los cuales, sobre todo las nucleoproteinas, son componentes también de los microorganismos (Domínguez, 1997).

La fijación del fósforo puede realizarse mediante su adsorción en las superficies coloidales (arcillas, materia orgánica, hidróxidos de hierro y aluminio, caliza, etc.), o bien, formando compuestos más o menos insolubles. También puede ser inmovilizado temporalmente por los organismos vivos en cantidades notables (Domínguez, 1997).
La concentración de P en la solución del suelo y la velocidad con la que se repone depende de las características del suelo como son la composición, textura, pH, materia orgánica, estructura, etc. (Domínguez, 1997).
El P es muy poco móvil en el suelo a causa de su fijación, teniendo únicamente importancia su movimiento por difusión.
En suelos básicos, como es este caso, el fósforo se inactiva fácilmente en formas insolubles con el Ca, por lo que suele encontrarse poco fósforo en forma activa (Garrido, 1994).
Los resultados de los análisis del contenido de nutrientes en suelo realizados en las parcelas, se muestran en la Tabla 12, indicándose los valores medios y el intervalo de confianza al 95%.
El contenido de fósforo en los suelos de las parcelas estudiadas varia desde 5,30 hasta 187,58 ppm, estos valores, considerando que por lo general se trata de suelos ftancos, son muy bajos a muy altos (CAPA-GV, 1995).
En general todos los valores obtenidos son bastante altos, con niveles superiores a los normales en todas las muestras tomadas en los primeros 15 cm del suelo (corresponde a todas las muestras SU-impares), excepto las muestras SU-7, SU-li del punto de muestreo P-2 y la SU-17 del P-3 que poseen niveles entre normales y bajos. Era lógico de esperar debido a que se trata de suelos calcáreos con un elevado pH.

Potasio
El K presente en los suelos aparece por desintegración y descomposición de las rocas que contiene minerales potásicos, independientemente del potasio

que se añade como componente de los diversos fertilizantes. Junto a este potasio mineral hay que incluir también el procedente de la descomposición de restos vegetales y animales (Navarro, 5. y Navarro, 0., 1984).
En primer lugar, hay que considerar el potasio componente de los minerales primarios que son los Silicatos cristalinos de aluminio y potasio. En estos compuestos el potasio es liberado sólo a medida que se produce la descomposición y transformación de los minerales.
La fracción más activa del potasio se halla en los minerales secundarios de la fracción coloidal: caolinita y las micas evolucionadas, como illita, montmorillonita y vermiculita, aunque también es adsorbido por la materia orgánica, pero en proporción mucho más pequeña.
En la solución del suelo, la concentración del ión potasio K es de entre 0,2 y 10 miliequivalentes por litro (Domínguez, 1997).
La capacidad de adsorción del potasio en el suelo depende de la cantidad de arcilla presente en el suelo, de la humedad y de la sequedad, de la temperatura y del pH del suelo (Navarro, 5. y Navarro, 0., 1984).
En general, el potasio se desplaza muy poco en el suelo, por ello las perdidas por lavado son muy bajas, siendo menores cuanto mayor es el contenido de arcillas. El humus también limita las perdidas por lavado (Domínguez, 1997).
Los resultados de los análisis del contenido de nutrientes en suelo realizados en las parcelas, se muestran en la Tabla 12, indicándose los valores medios.
El contenido de potasio varía entre 0,31 y 2,91 cmol (+)/Kg tratándose de valores considerados desde niveles bajos hasta muy altos (CAPA-GV, 1995). El porcentaje de potasio en el complejo de cambio es de 3,37 a 15,16%.
En general, los primeros 15 cm del suelo presentan valores de potasio más elevados que en los últimos 15 cm de suelo, correspondiendo a las muestras más superficiales del suelo, excepto las muestras SU-5 del P-1, la SU-23 del P-4 y las muestras SU-41 y 43 del P-9.


Magnesio
El magnesio es un elemento muy abundante en la corteza terrestre. En los suelos se encuentra como constituyente de numerosos minerales, en cuya descomposición y en la degradación de la materia orgánica, que se incorpora al suelo como residuos diversos de animales y vegetales, el magnesio pasa en parte al estado de sales solubles: cloruros, sulfatos, etc. (Navarro, S. y Navarro,
G., 1984).
En el sistema suelo-planta hay que distinguir las tres fracciones siguientes (Domínguez, 1997):
• Los minerales que contienen este elemento y que son poco activos en el suelo.
• El magnesio adsorbido en el complejo coloidal en forma cambiable.
• El magnesio (Mg) contenido en la solución del suelo y que constituye la fuente principal de absorción para la planta.
El comportamiento de Mg en el sistema suelo-planta queda circunscrito básicamente a la reacción de adsorción y el equilibrio existente entre el Mg de la solución y el magnesio adsorbido en forma cambiable.
No obstante, al igual que el potasio, puede quedar fijado en forma no cambiable en las posiciones interlaminares de determinadas arcillas y ocupar posiciones en la red cristalina de las mismas sustituyendo al Al.
El desplazamiento del complejo de cambio que se produce de este elemento, al igual que el calcio en el proceso de acidificación natural del suelo y su pérdida del suelo por lavado puede conducir a suelos empobrecidos de este elemento nutritivo, especialmente los de textura gruesa.
El contenido de magnesio en el suelo varia entre el 4 y el 20%, éste contenido varia en función de la textura del suelo, sobretodo por su contenido de arcillas (Domínguez, 1997).
Los resultados de los análisis del contenido de nutrientes en suelo realizados en las parcelas, se muestran en la Tabla 12, indicándose los valores medios.
El contenido de magnesio obtenido en las parcelas objeto de estudio varía entre 1,39 y 4,77 cmol(+)/Xg. Son valores considerados como niveLes de normales a altos, según los datos para la interpretación de análisis de hojas, suelos y aguas para el diagnóstico nutricional de plantaciones de cítricos
(CAPA-GV, 1995).
Los valores que corresponden a las muestras más superficiales presentan los niveles más altos. El porcentaje de Mg en el complejo de cambio es de
13,35 a 22, 13%.
Calcio
El calcio presente en el suelo, aparte del añadido, como fertilizantes diversos, o como enmiendas, procede de las rocas y de los minerales de los que el suelo está formado, y en su contenido total puede variar ampliamente. En los suelos calizos, como es nuestro caso, pude alcanzar hasta un 25% (Navarro, 5. y Navarro, 0., 1984).
Existen tres tipos de componentes de Ca principales en el sistema suelo- planta:
• La fracción minera1 la forman los feldespatos, calizas diversas y apatías y variados compuestos de fósforo.
• La fracción adsorbida en el complejo coloidal en la que el calcio juega un excelente papel de floculante,
• El Ca11 en la solución del suelo.
Aunque el contenido de calcio sea muy elevado, como es el caso de suelos calizos, las fracciones más activas e importantes del sistema son el Ca++ cambiable y el Ca++ en solución.
El calcio suele ocupar entre el 30 y el 90%de la capacidad total de cambio del suelo. El calcio tiene un papel muy importante en la mejora de estructura del suelo, por medio de la floculación de las partículas coloidales y
su efecto sobre la agregación de las mismas para constituir una estructura estable.
En segundo lugar es el elemento fundamental en la neutralización de la acidez del suelo y elevación del pH mediante el encalado, a través del intercambio del Ca por el Al3 y el H’ y por último también tiene un papel importante en la corrección de los suelo sódicos sustituyendo al Na+ en el complejo de cambio(Domínguez, 1997).
Los resultados de los análisis del contenido de nutrientes en suelo realizados en las parcelas, se muestran en la Tabla 12, indicándose los valores medios.
El contenido de cálcio obtenido en las parcelas estudiadas varía desde 8,8 hasta 18,73 cmol(+)/Kg, que corresponden a unos niveles de Ca en el suelo desde altos a muy altos. Esto era lógico de esperar por tratarse de suelos calizos, cuya capacidad de intercambio catiónico se encuentra saturada de iones Ca2, El porcentaje de cálcio en el complejo de cambio varía desde 86,91 hasta 95,65%.

Sodio
El porcentaje de sodio intercambiable (PSI) junto con la concentración de sales intercambiables en el agua son un factor importante en la permeabilidad del suelo. Se ha tomado un PSI de 15, como el contenido crítico por encima del cual la estructura del suelo puede volverse inestable (Wild, 1992),
Los resultados del análisis realizado en las parcelas, se muestra en la Tabla 12, indicándose los valores medios.
El contenido de Na en los suelos objeto de estudio no presentan ningún problema, ya que su contenido varía desde 0,06 hasta 0,47 cmol(+)/Kg, que corresponden a unos niveles de Na en el suelo muy bajos. Su porcentaje en el complejo de cambio varía de 0,61 a 2,62.

4. CONCLUSIONES
Se han estudiado las propiedades físicas, químicas y el contenido de macronutrientes en suelos y hojas de cítricos dedicados a la agricultura ecológica y convencional en la comarca de LHorta de Valencia. Las conclusiones obtenidas son:
1. Los suelos presentan texturas de franco a franco-arcillosas, son suelos fuertemente calcáreos con pH básico a ligeramente alcalino, El contenido de materia orgánica y la capacidad de intercambio catiónico es variable presentando, en general, valores normales. No existen, en ningún caso, problemas de salinidad. El complejo de cambio está saturado, el catión mayoritario es el calcio.
2. En cuanto a los niveles de macronutrientes en suelos se ha encontrado que la secuencia en orden descendente es Ca > Mg > K  P > Na > N. El contenido de N y P es bajo y alto respectivamente. En los cationes intercambiables el contenido es bajo, normal, normal alto y alto a muy alto
para Na, Mg, 1<> N > 1< > Mg > P > Na. Los niveles obtenidos para cada uno de ellos indican que el Na presenta un contenido muy bajo, Ny P de muy bajo a normal, K de bajo a alto, Ca de normal a alto y Mg de bajo a normal.
4. Se han encontrado diferencias en el contenido de macronutrientes y sodio en el suelo, cuando se dedica a agricultura ecológica o convencional. Aunque estas diferencias no son estadísticamente significativas sí se observa una tendencia del N, K, Mg y Na a incrementarse en suelos dedicados a la agricultura ecológica mientras que en los casos del P y Ca ocurre lo contrario.
5. Al estudiar los contenidos de estos elementos en las hojas de cítricos se observa un aumento del N, P, 1<>

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